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22/12/08

Mariposa enredada

Vemos una mariposa enredada, en la tela de una cruel araña,
pensamos en la pobre mariposa,
atrapada sin salida alguna,
sin la mínima posibilidad de sobrevivir.
Pero...¿por qué vosotros k decís ver el lado positivo de la vida,
en este caso no lo hacéis así?
Pero...¿por qué vosotros,oh, alegres optimistas,
en este caso os deprimís?
La muerte no es algo malo,
la muerte es algo necesario.
Y aunque os convenzáis de lo contrario,
sin la muerte no se puede vivir.

La Piedra de Erea(2)

Mientras tanto, en algún lugar del océano, en el interior de una extraña roca negra, algo se estremecía.
Ese “algo” tenía vida propia, tenía inteligencia, ese algo era una nueva esencia, un nuevo dios, que estaba hecho de caos, disputas, oscuridad, destrucción y maldad…
Aunque eso…él, o ella… no lo sabría hasta bastante tiempo después. -¿Hola…?_preguntó la esencia._ ¿Hay alguien ahí…?
Solo obtuvo el silencio por respuesta.
Parecía que estaba sola en aquel lugar nuevo para ella.
Completamente sola.
Pero ella no sabía, si eso era bueno o malo.
-¿Hola…? ¿Hay alguien ahí…?_repitió._ ¿Dónde estoy…?
Estaba asustada, muy asustada. Pero era lógico, acababa de llegar al mundo, por llamarlo de alguna forma de nacer. Eso, si un dios puede nacer.
Y lo único que encontraba en aquel extraño mundo, era, un lugar demasiado pequeño para que su esencia se pudiera sentir cómoda.
-¿Es esto el universo…?_pensó en voz alta.
Lo dudaba mucho. Siempre se lo había imaginado, de otra forma, no sé, más amplio y también con más seres como ella, aunque no exactamente iguales. Eso ya sabía que era imposible.
Pero… ¿Y si no lo era…? ¿Dónde estaba…? ¿Por qué estaba sola…? ¿Por qué estaba ahí…?. Y lo más importante… ¿Cómo lograría salir de ahí…?
Ya tendría tiempo para resolver aquellas cuestiones, se dijo.
Porque de momento no se encontraba demasiado animada para, ni siquiera, intentar descubrir la solución para aquellos enigmas.
Así que se acomodó tanto como pudo (si eso lo puede hacer un dios), y se limitó a pensar.
A pensar en cualquier cosa que no tuviera que ver con su extraño paradero, ni con el motivo de su extraña situación.
Así estuvo bastante tiempo, en ese extraño letargo, recuperando fuerzas. No sabría decir cuanto tiempo estuvo así, quizás meses, o años, o incluso décadas.
Y siguió así hasta que su esencia se fortaleció lo suficiente, como para que no sintiera débil e indefensa ante el mundo, y ante los secretos que este le aguardaba.
Y solo cuando pensó que había recuperado suficiente energía, solo entonces, comenzó a pensar sobre las dudas que corroían su alma.
Tras varias décadas de pensamientos, llegó a una única conclusión, que aunque fuese dura de admitir, era la única posible.
No estaba en el universo, no.
Si no que estaba en una especie de prisión. Lo más seguro es que fuese dentro de algún objeto sin vida propia, pero hecho de un material capaz de encerrar toda su energía.
Sobre la razón por la cual estaba presa, no tenía ni la más remota idea, y sobre la forma en la que podría salir de ahí, tampoco, aunque tenía una idea, no estaba muy segura de ella, pero al menos, era una idea.
Quizás tras varios intentos, (tantos que tardaría siglos), la prisión se debilitase, y por fin, después de otros intentos cediese, y ella pudiera salir de ahí y ser libre, como siempre había querido.
Tras haber averiguado esa información tan útil, la Esencia, estaba eufórica por sus grandes hallazgos, y está impaciente por debilitar las paredes de su celda.
Pero de repente, mientras está celebrando sus descubrimientos, la asalta una duda…
¿Cómo lo tendría que hacer?,¿Tendría que ir utilizando sus energías poco a poco para no cansarse demasiado…?o, por el contrario…¿Debería gastarlas todas de una vez, recuperar fuerzas, y volver otra vez a la carga…?
Tras dudar varias veces entre una u otra opción, se decide por la segunda.
Pasan meses, años, décadas, siglos e incluso algún que otro milenio, después de que haya tomado aquella decisión y la Esencia cansada y agotada de tanto esfuerzo, se siente tentada a dejarlo.
-Solo una vez más_ se dice.
Y lo vuelve a intentar…No pasa nada.
Y ella, ya está agotada de tanto esfuerzo, y se va a asentar, alicaída, en algún lugar de su prisión, a pensar y a descansar. Cuando, de repente algo la alumbra, parece un rayo de un sol que tímidamente, se va asomando por el horizonte. Y la esencia, mira hacia arriba y lo que ve, la sorprende increíblemente.
¡¡¡UN RAYO DE LUZ!!!

Pero… ¿Qué es ese líquido que entra?, se pregunta al principio, pero la verdad es que… le da igual, exactamente igual.
Tras varios milenios encarcelada en esa prisión, de la que ahora solo queda una piedra negra, con forma hexagonal y resquebrajada a la que tiempo después llamarían La Piedra de Erea o la Roca Maldita.
Tras varios milenios de agobios, la Esencia se siente libre…libre por fin.
-¡¡¡¡¡LIIIIBREEEE!!!!!_grita, eufórica._:
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ LIBREEEEEEEEEEEE…!!!!!!!!!!!!

Oscuridad(Epílogo)


Hacía ya tiempo que las tres lunas no alumbraban el cielo idhunita, incluso Erea, el astro del orgullo idhunita, donde se dice que habitan los dioses, había dejado de alumbrar el cielo nocturno con su bello disco plateado. Las distintas razas estaban muy preocupadas por este extraño suceso, puesto que ninguna de ellas tenía una explicación razonable. Mientras las razas seguían discutiendo sobre el origen de este suceso una noche, una piedra que parecía contener la misma oscuridad que había cubierto las lunas descendió desde Erea hacia la inmensidad del océano, y sin que nadie supiera como las tres lunas; Ayea,Ilea y Erea volvieron a alumbrar el cielo con sus distintas tonalidades como si nunca hubieran parado de hacerlo.

Cada una iluminaba el cielo nocturno con su tonalidad, todas tenían diferentes tonalidades que las hacían únicas, y que entremezclaban en el cielo para formar un precioso espectáculo; Ayea, la más pequeña de las lunas, la preferida de Neliam, la diosa de los océanos y de todas las criaturas que habitan en el, aportaba a ese maravilloso espectáculo unos tintes rojizos.Mientras que Ilea; la mediana de las lunas, la favorita de Wina, la diosa se todo lo verde, lo hacía con sus diversos tintes verdosos. Pero eso sí, ninguna podía igualar la belleza de Erea, la mayor de las tres lunas y el más bello de todos los astros idhunaicos,que aportaba unos preciosos tintes plateados, y quizás es por eso, por lo que es la luna favorita de la Irial, la diosa de la luz y de las estrellas.

Mientras tanto en los distintos lugares de Idhún, las diversas razas se alegraban del fin de aquel extraño suceso.

Pero no sabían que en el fondo del mar, muy cerca del Reino Oceánico, algo muy importante estaba a punto de suceder...

El amor, una gran errata humana

Siempre pensé nacesitarte,
mas ahora veo que no es así.
Siempre pensé quererte junto a mí,
mas ahora creo que me iría mejor sin ti.
Sin tus piadosas mentiras,
y falsas esperanzas.
Sin tus cariñosos abrazos,
y caricias apasionadas.
Y sin tu entusiasta mirada.
Porque ahora creo que el amor no sirve para nada,
es un sentimiento nulo,
una gran errata humana.
Porque creo yo,
he ahí mi opinión,
que el amor no sirve para nada,
nada más que para INTENTAR llenar un vacío en el alma.
Que no es más,
que una gran errata humana.

Tardes de otoño

En el parque de siempre,
sigo esperando,
a que ese niño,
salte en el charco,
y a que las hojas,
dejan ya de caer,
de los tristes árboles,
empieza a llover.
Donde puedo me cobijo,
con el pelo ya empapado.
Donde puedo me cobijo,
de un muy probable constipado.
Me paro y me pregunto,
donde habrán quedado esos tiempos,
donde alegres estábamos,
jugando y riendo.
Pienso en aquellas tardes de otoño,
he incluso de invierno.
Donde contentos estábamos bajo la lluvia,
saltando y corriendo.
Mas esto ya da igual,
yo me lamento.
Ya no hay marcha atrás,
ya han pasado esos tiempos.

Ayudadme, pequeñas, ayudadme

Revivir, muertos, revivir,
y de vuestras tumbas resurgir.
No ahuyéis hoy lobos a la luna,
ahuyar hoy por mi.
Que este es mi momento,
mi día,
mi milenio.
Que hoy todos los que se burlaron de mi,
se van a arrepentir.
Pues hoy soy invencible,
indomable,
indestructible.
Pues hoy no hay nada que pueda conmigo.
Pues hoy no hay nada que se interponga en mi destino.
Y vosotras, oh, fuerzas del mal.
En mis propósitos me vais a ayudar.
Escarcha y oscuridad,
veneno y silencio.
Venid hoy a mí,
oh, queridas amigas,
es este su fin.
El fin de un mundo gobernado por mortales.
Ahora nos toca a nosotros,
los inmortales.
Ayudarme espíritus malignos,
ayudarme a lograr nuestro deseo,
nuestro destino.

No del mismo modo...

Piensas que lo sabes todo sobre mi,
mas pequeña no t equivoques,
que no sabes nada en comparación con lo que no sabes.
No te hagas ilusiones al oirme decirte un "te quiero",
pues te quiero, si, pero no del mism modo que tu a mi,
no del mismo modo....